Reseña
VISITA PASTORAL DE DON LUIS ÁNGEL DE LAS HERAS A VALDETEJA
El 26 de noviembre, sábado, en un día nublado y fresco, la parroquia de San Pedro Apóstol, en Valdeteja, villa del alto Curueño, tuvo la dicha de recibir a su Obispo, don Luis Ángel de las Heras.
Valdeteja cuenta con poco más de diez casas abiertas todo el año, unos 10 vecinos que mantienen vivo el pueblo. En esas pocas casas abiertas habitan unas 16 personas, el resto somos visitantes vacacionales o de fines de semana, o jubilados que pasan temporadas más o menos largas. De todas estas personas se nutre la parroquia.
En los dos últimos años ha sido importante la pérdida de hijos del pueblo, llegando a cerrarse 3 casas. La devoción de otro tiempo tampoco es la misma, años en los que todo el mundo acudía a los oficios religiosos, y las voces de algunos niños del pueblo cantaban la misa de Angelis o la de Requiem, y los “paisanos” el Miserere o el Rosario de la Buena Muerte. Por eso, esta visita pastoral nos da fuerza y alegría para mantener vivas las celebraciones.
A las once de la mañana un grupo de personas esperábamos a don Luis Ángel a la puerta de la Iglesia, poco después llegaron nuestros curas: don Thierry y don Valery, y ya después, recibido con repique de campanas, nuestro pastor en la diócesis legionense.
Tras unas palabras, entramos en la iglesia, tuvimos un tiempo de oración, por vivos y difuntos, el mismo don Luis nos entregó una pequeña estampa con la imagen de la catedral de León, con una oración en su reverso, la cual rezamos juntos. En esa oración se pidió por la visita pastoral y sus frutos: confirmarnos en la fe, sentirnos alegres y en comunión con nuestros hermanos, siendo iglesia samaritana y misionera. Cierto fue, porque en el tiempo que tuvimos de conversación con nuestro obispo, la cercanía, cordialidad y la alegría que nos trasmitió estuvo muy presente en todo momento.
Finalizado el tiempo de conversación con nuestro Obispo, se le hizo entrega de unos presentes. A nuestros curas y al obispo unas rosquillas de sartén caseras, y a don Luis Ángel, de forma particular, un par de madreñas. Pueda ser este humilde calzado símbolo del caminar juntos, con sencillez, de pragmatismo y por supuesto de un elemento de tradición que sigue vigente.
Para terminar la visita, don Luis Ángel tuvo la deferencia de plantar un árbol -un cephalotaxus- en la pradera que rodea la iglesia, como recuerdo que queríamos tener de esta visita pastoral.
Desde el centro de la montaña leonesa, rodeados de peñas calizas, mandamos un abrazo a todos nuestros hermanos de las parroquias de esta diócesis y en particular a nuestro curas y Señor Obispo, a quienes Nuestro Señor guarde muchos años.
¡Vuelva cuando quiera a Valdeteja don Luis Ángel, será recibido con mucho cariño!
Manuel (Valdeteja)